jueves, 31 de enero de 2008

SOBRE LA DEMOCRACIA

Qué es la democracia? Es una pregunta con diversas respuestas posibles dependiendo de quién la conteste. El politiquero diría con muchísima argucia que es el mejor sistema político-social que puede haber, que es la causa por la que él lucha y hasta daría su vida por ella. Él, que es el único que dice la verdad a diferencia de sus rivales que solo quieren robar en el poder, no como él. El “periodista”, diría que es el sistema por el cual la gente elige a sus gobernantes de una manera limpia, honesta y transparente. El ciudadano común, diría que aunque en nuestra democracia hay corrupción es el sistema mas viable para el desarrollo y “progreso” de la nación. Otros por el contrario, diríamos que la democracia en la cual nos encontramos (se encuentra el sistema-mundo capitalista), y la cual nunca ha estado exenta de todo lo que supuestamente es su contrario, es una completa farsa, una mentira y a la vez una ilusión, ya que la democracia no es mas que un fascismo camuflado que económicamente se desarrolla en la lógica del mercado y depende, opera y se modifica de acuerdo con los intereses de este. Por ende, la democracia no es la representación de la soberanía del pueblo sino la obediencia de este al mercado. La “democracia” que etimológicamente significa pueblo en el poder (demo kratos) solo tiene de demokratos el nombre, ya que no es mas que una tracamandada de cerdos repugnantes vestidos con saco y corbata robándose el poco dinero que a los pueblos del sur les queda. Es un fascismo muy sutil, como diría Evaristo, vocalista de La polla records.
Según Wallerstein, en su excelente libro “Después del liberalismo”, la democracia se puede definir de dos formas: la primera apoyándose en el mercado como lugar de enriquecimiento el cual atrae a un grupo pequeño pero poderoso en el poder; y la segunda como una intención de lograr un desarrollo igualitario con un grupo mucho mas grande pero políticamente débil. Esto último fue lo que se dio con los movimientos de liberación nacional entre las décadas de los 50´s a los 80´s lo cual no pudo finiquitarse debido a que los grupos dieron el primer paso (la soberanía) pero no dieron el segundo (el desarrollo nacional)[1]. Como lo que hoy vivimos y padecemos, por no decir que así siempre ha sido, es una democracia cimentada en el mercado, la cual, por una ley económica del segundo, tiende a polarizar cada vez mas a la población, es decir cada vez lo ricos mas ricos (aunque su número cada vez mas reducido) y los pobres cada vez mas pobres y mas pobres nuevos.
Esta es sólo una óptica sobre el sistema en el cual nos encontramos y del cual hacemos parte. Muchas otras como el socialismo ortodoxo, el socialismo gremial, el anarquismo, el sindicalismo, etc., etc., nos plantean diferentes visiones, análisis y explicaciones del mismo fenómeno. Sin embargo lo que importa es el hecho de que no nos encontramos dentro de un sistema viable, sensato y equitativo, lo cual hace de nuestra realidad lo que es.
Es por esto que la democracia, según nuestra visión y las reflexiones propias que hemos hecho como colectivo, al igual que lo demuestran los hechos (la historia), no es el camino mas viable ni mas acertado en la búsqueda de la humanidad por generar mejores condiciones para sus miembros de forma general, y, que independientemente de las propuestas hechas para mejorar las condiciones sociales (el cual no es el objeto de este escrito) la democracia no es una de ellas.
Por: MAJOQUI
[1] Para una referencia mas completa sobre este artículo en general ver: WALLERSTEIN, Immanuel. Después del liberalismo. Siglo XXI editores. México. 1996.

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